La escala continua

En esta página presentamos una forma de estudiar y practicar las escalas. El ejercicio se llama la escala continua. En el libro «The Jazz Theory Book«, de Mark Levine se presenta y explica.

La escala continua consiste en ir tocando una escala por grados conjuntos y adaptando las notas al acorde del momento. Se puede empezar con cualquier nota del acorde. Con un ejemplo se ve mucho mejor.

Supongamos que tenemos la siguiente progresión:

|| Db maj7 | Bb 7 | Eb m7 | Ab 7 ||

Empezamos a tocar negras por grados conjuntos desde el Fa grave del bajo (o contrabajo).

El primer acorde es Dbmaj7, así que este Fa es la tercera. Seguimos con la siguiente nota, Sol. Como el acorde es Dbmaj7 y parece ser un acorde de tónica, el Sol sería Solb, el cuarto grado de su escala. La siguiente nota (La) sería un Lab, quinta del acorde. La cuarta nota sería un Sib, sexta del acorde.

Para la siguiente nota, Do, ya estamos en el acorde de Bb7, así que tocamos el Do natural, segunda nota de la escala de Bb. Después viene Re, como el acorde es Bb7, no tocaremos el Reb, sino el Re natural, sin alterar. Seguimos con Mib y Fa para llegar al acorde de Ebm7.

Ahora viene un Sol, al ser el acorde menor, este Sol será Sol b. Continuamos con un Lab, Sib y un Do.

Seguimos en sentido descendente, las correspondientes al acorde de Ab7 serían Sib, Lab, Solb y Fa.

Aquí está el ejemplo completo:

El ciclo puede repetirse varias veces. Es un ejercicio muy bueno porque nos obliga a pensar en los acordes como si fuesen escalas y permite enfrentarse a la construcción de un walking sin tener que caer siempre en la fundamental de cada acorde. Para solistas también es un estudio muy completo de las relaciones entre escalas y acordes.

Veamos un ejemplo más completo, basado en el blues en Fa que vimos en el artículo dedicado al blues. Empezaremos desde el Do de la primera cuerda y descendemos. Cuando lleguemos al extremo grave, ascenderemos de nuevo. A ver cómo queda:

Hay una nota que hemos marcado con un asterisco (*), el Si del tercer compás. Si sobre un acorde de I grado, Fa en este caso, tocamos la cuarta nota de la escala, estaríamos tocando una de las pocas notas «prohibidas» que quedan. En realidad si en vez de Si, hubiésemos tocado Sib, parecería que estábamos en un acorde de Sib. La solución que nos propone M. Levine: si la nota de la escala correspondiente es el cuarto grado sobre un acorde de tónica y estamos en la parte uno del compás, se altera (se hace #4) para que no parezca un cambio de acorde (al IV grado, subdominante).

Por cierto, que en algunos compases (8, 11) caigamos en la fundamental del acorde es pura casualidad.

Otro ejemplo, sobre los mismos acordes, ahora empezando en otra nota, p. ej., el Re al aire:

(*): En este ejemplo nos vuelve a pasar lo de antes: nos coincide un Si en la primera parte de un compás con un acorde de Fa. De nuevo, volvemos a alterar el Si para evitar una falsa resolución a la subdominante.

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