Curso de armonía (VI) – Recapitulando: II-V-I, dominantes sustitutos y secundarios

Es el momento de hacer una parada y resumir un poco todo lo que hemos visto:

  • Conocemos cómo se forma la escala mayor en cualquier tonalidad.
  • Sabemos que a partir de cualquier grado de la escala mayor se puede construir un modo y un acorde, cuatríada, generalmente.
  • Hemos visto tres de los grados más importantes o que aparecen con más frecuencia: el II, el V y el I
  • También observamos que los acordes dominantes (grado V) tienen tendencia a resolver sobre un acorde que esté una cuarta por encima. Aprovechamos este fenómeno para introducir acordes dominantes que no pertenecen a la tonalidad pero que resuelven sobre algún grado conocido -dominantes secundarios-
  • Las notas más características del acorde dominante son su 3ª y 7ª. Si invertimos este intervalo formamos un acorde que está a un tritono de distancia del acorde dominante original. Este nuevo acorde -dominante sustituto- resuelve sobre un acorde que esté un semitono por debajo.

Preparación de los dominantes sustitutos y secundarios

Introducimos un nuevo concepto, el acorde II asociado a un dominante secundario o sustituto: este acorde no es el II de la tonalidad en la que estamos, es un II «relativo» al acorde dominante que acompaña.
Recordemos el ejemplo con un dominante secundario sobre el II, para variar, escribimos la progresión en tono de Eb

Eb△     | C7     | F-7     | Bb7     |

Recordemos, el acorde C7 es un dominante (ajeno a la tonalidad de Eb) que resuelve sobre el II de la tonalidad, luego es un dominante secundario, se puede cifrar como «V/II».
Bien, este dominante puede ir precedido de un II «relativo», sería un G-7. Para respetar el ritmo armónico, debe ocupar el mismo espacio que el dominante al que acompaña o prepara:

Eb△     | G-7  C7 | F-7     | Bb7     |

¿Se ve claro? Este G-7 «hace de II» respecto al C7, pero no es el II de la tonalidad. Tampoco hay que caer en la tentación de pensar en este G-7 como en el grado III de esta progresión en Eb. Su función aquí es acompañar y preparar el dominante secundario, C7.

Análogamente, un dominante sustituto también puede ir precedido de su II relativo:
II – V – I en B:

C#-7 | F#7 | B△

Con dominante sustituto:

C#-7 | C7 | B△

Con el II relativo al dominante sustituto:

G-7 | C7 | B△

De nuevo, el único sentido que tiene este G-7 en este contexto es acompañar y preparar el dominante que le sigue, en este caso, un dominante sustituto.

Análisis de progresiones

Llegados a este punto, ya estamos preparados para empezar con algunos análisis de progresiones. Los grados dentro de una tonalidad se señalan con el número romano correspondiente, los dominantes secundarios con un V/X (donde X es el acorde de destino) y los sustitutos, con un SubV.
Se usa una flecha para señalar la resolución «convencional» de un dominante (caer en un acorde una cuarta por encima) y una flecha punteada para señalar la resolución de un dominante sustituto.
Respecto a los acordes con función de II, sólo se especifica II cuando es el II de la tonalidad. Si son los acordes II relativos a un dominante secundario o sustituto se unen al dominante con una especie de corchete por debajo.
Se ve mejor en este ejemplo. Se trata del tema «Afternoon In Paris»:

 f020a-aft-paris

Comencemos el análisis, compás por compás:

  • 1º) C△, claramente el I de la tonalidad. Ver que la armadura es sin ninguna alteración y que en el compás 32 tenemos un D-7 G7 (II – V en la tonalidad de C) nos lo confirma.
  • 2º y 3º) C-7, luego F7 para ir Bb△. Esto es un II-V-I en una nueva tonalidad, Bb△. Nótese que el cambio de tonalidad o modulación suena muy progresivo ya que el acorde que dejamos (C△) y el que prepara el cambio (C-7) son muy similares (comparten la fundamental y la quinta).
  • 4º y 5º) Bb-7 Eb7 Ab△. Lo mismo, II-V-I en la tonalidad de Ab△.
  • 6º, 7º, 8º y 9º) D-7 G7 C△: II-V-I en la tonalidad original, C. Estamos ignorando algunos símbolos en los acordes que por ahora nos son extraños (p. ej., el b9 en el acorde G7 del compas 6). Ya lo veremos más adelante.
  • 17º, 18º y 19º) D-7 G7 C△/E: II-V-I en la tonalidad original, C. En el cifrado nos indican la cuatríada de C△ debe disponerse invertida, con su 3ª (E) al bajo, pero la función del acorde sigue siendo la misma, I en el tono C.
  • 20º) A7 (ignoramos el «9» que viene en el cifrado): dominante secundario sobre el II de la tonalidad de C.
  • 21º y siguientes) Se repite lo anterior.

Fácil, ¿no?

Escalas, modos y acordes

Ya sabemos cómo «tratar» a los acordes II, V y I de una determinada tonalidad. Recordemos: II-7 => dórico // V7 => mixolidio // I△ => jónico.
Las notas son siempre las mismas a lo largo de los tres acordes.
Pero, ¿qué hacemos con los acordes dominantes sustitutos y secundarios? ¿Cómo los tratamos? Hay que tener en cuenta que las notas que los constituyen no están en la escala de la tonalidad.
Dejamos esta cuestión para más adelante cuando tengamos más recursos.

Ejercicios

Fácil: analizar un par de temas típicos. Proponemos estos dos, «Four» y «How High the Moon». Hay algún acorde que no sabremos muy bien cómo interpretarlo por ahora, ignorémoslo.

f38df-four

 

 

058a9-how-high-moon

 

 

 

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