Jordi Gaspar presenta ‘So Tender’

Jordi Gaspar presenta 'So Tender'

El compositor, bajista y profesor Jordi Gaspar presentará el álbum de versiones a bajo solo ‘So Tender’, el 3 de junio en la sala T24 del Taller de Músics y el 5 de julio en la Escola Joan Llongueres (Barcelona).

 

En la música, como en todo, uno ha de saber qué quiere contar. Entenderlo. Asimilarlo. Y expresarlo cosiéndole la emoción buscada a cada nota y a cada silencio. El músico, compositor y profesor Jordi Gaspar (Barcelona, 1960) lo ha conseguido con ‘So Tender‘. Su tercer trabajo en formato «solo de guitarra baja acústica», explica -luego nos detendremos en este instrumento-, y el primero de versiones que publica. La presentación del álbum será el 3 de junio (20h), en la sala T24 del Taller de Músics y el 5 de julio (20h) en la Escola de Música Joan Llongueres también de Barcelona.

‘So Tender’ lo conforman estándares de jazz y algunos boleros que Jordi ya interpretaba antes en sus conciertos a modo de «sobremesa» y que han ido «evolucionando» hasta transformarlos en delicatesen. ¿La receta? «Interpretarlos como si fueran composiciones propias». En cada tema asoman «improvisaciones en el sentido más jazzístico», añade, así como sentimientos, recuerdos, vivencias y personas que Jordi nos descubre en la tarea que le propusimos: desgranar este disco pieza a pieza. Recomendamos escuchar ‘So Tender’ con dichas explicaciones y disfrutar así de todo su «imaginario emotivo«.

Y es que para Jordi Gaspar «la improvisación es como un autorretrato. Tu energía, tu momento, la fe ciega en que lo que haces está conectado con esa pieza y tu capacidad de estar muy atento y aceptar cada frase que hagas. La improvisación es verdad» -subraya-. «Si va bien, la reexposición de la melodía es como una feliz conclusión del proceso».

 

PALETA DE COLORES LIGADA AL INSTRUMENTO QUE COMPRÓ EN NY

Es imposible hablar de Jordi y no mencionar su guitarra baja acústica Tacoma Thunderchief con sus cinco cuerdas de bajo, afinadas E-A-D-G-C. «Encontré este instrumento en una tienda de Nueva York en el 2005 y fue un flechazo, aunque el vendedor no tenía ningunas ganas de que me pasara la mañana probándola», ríe. Este instrumento «de registro medio-alto, tesitura de tenor, armónicos que resuenan enseguida y que parece que tenga reverberación natural» está íntimamente ligado a su crecimiento profesional. «Descubrir su paleta de colores ha hecho que creciera con él».

PINCELADAS BIOGRÁFICAS
Empezó en la música con 12 años, cuando se embarcó en una banda de rock tocando la guitarra hasta que se cambió de instrumento porque… «alguien tenía que tocar el bajo». «Es algo que me ha pasado muchas veces: hace falta alguien que haga algo y parece que no hay nadie más tan apropiado… y ahí voy. Pero funciona» -añade-. «Recuerdo pasar todas las tardes en el local de ensayo, tocar con varios grupos de rock y pronto las giras con la banda Rumba 3. Furgoneta y kilómetros».

Su etapa ligada al Taller de Músics la describe como «un golpe de suerte». «Me encontré con un montón de músicos de mi edad (más o menos) con las mismas o más ganas de tocar y de aprender. Entré a formar parte de un montón de proyectos y también enseguida empecé como profe mientras aún estaba estudiando con Ze Eduardo. También me encontré con otros bajistas con los que competía. Aprendí mucho y a gran velocidad».

Jordi Gaspar ha arropado a artistas tan diversos como John AbercrombieJordi BonellPerico SambeatTete MontoliuMartirioPovedaRumba 3María Del Mar BonetLucho Gatica o Renato Carossone, entre otros. Le pedimos que relate algunas anécdotas: «Recuerdo la sesión con Renato Carossone en TV3. Él era famoso por canciones como ‘Piccolíssima serenata’ o ‘Torero’ y le presionaban para que tocara eso. Pero él llevaba partituras para tocar trio jazz y acabamos tocando mitad y mitad.
Otro día fui con Lucho Gatica. Estuvo todo el tiempo en su camerino cantando ‘El reloj’ con la música grabada en un walkman. Como si no la supiera ya, seguía refinando cada frase. En el mismo programa había otro cantante, local para más señas, que venía al camerino de los músicos y menospreciaba al maestro Gatica sugiriendo que ya estaba mayor y que había que dejar espacio a la juventud. Sin embargo, Lucho Gatica cantó muy bien y no dijo una mala palabra de nadie. Eso fue una lección desde primera línea».

Elegancia que tienen los grandes. Como la que transmite Jordi y refleja especialmente en su nuevo material. El que coge el relevo de ‘Akixí’ (2009), ‘Gemini’ (2012), ‘La Nit’ (2012) y ‘Libro de Oraciones’ (2015). Un álbum a bajo solo ‘So Tender’.

 

 

TEMA A TEMA

  1. ‘So Tender’, de Keith Jarrett. Da nombre al álbum. Lo escuché en directo en algún festival de Vitoria en los 90 y después siempre en los “Standards Vol.2” del Keith Jarrett Trio, que entonces escuchaba de forma compulsiva. Treinta años después, con mi hijo Ricard al piano, lo tocamos en el comedor de casa. ‘So Tender’ significa “tan tierno”, y así es él: mi referencia emotiva cuando lo interpreto.
  2. ‘Turn Out The Stars’, de Bill Evans. He crecido con esta pieza y figura en mi repertorio desde hace años.  Siempre he escuchado a Bill Evans. Desconozco el sentido que él le da a su composición, pero en un álbum de mi admirado Chano Domínguez, el pianista la titula: “Tú enciendes las estrellas”. Y yo, automáticamente, veo a mi hija, Núria.
  3. ‘Son tres palabras’, de Osvaldo Farrés. Estas tres palabras son: “Cómo me gustas». Y no hay duda: pienso en mi compañera, Sole. Hay una exposición de la melodía y después un desarrollo, y a continuación un solo en la tesitura de voz masculina, como si la cantara yo, por supuesto.
  4. ‘I Got It Bad’, de Duke Ellington. Está en el disco ‘Virtuoso’ de Joe Pass, uno de los primeros que compré. Luego descubrí que tiene una primera parte (verse), al mejor estilo de las canciones hechas para musicales americanos. La adaptación a mi instrumento ha sido sencilla pero lo que me atrapa es precisamente la letra de esta canción. La protagonista proclama su amor intenso aunque, nada más empezar, nos da la mala noticia: “no me trata bien, no me hace caso”, etc. Un contraste entre las expectativas y la realidad que llama la atención. Después, con un poco de blues, todo encaja mejor. Esta pieza me refleja.
  5. ‘Time Remembered’, de Bill Evans. Leí que se la dedicó a su padre y yo también he creado muchas composiciones e improvisaciones inspirándome en el recuerdo del mío. El duelo es un sentimiento complejo. Han pasado ocho años y, como decía el poeta: «Torno a la vall on vaig néixer, l’espina del rosal, encara«. Tocar esta pieza es cómo re-visitar el duelo y re-coserlo a la armonía de la pieza.
  6. ‘You Must Believe in Spring’, de Michel Legrand. Conocía esta pieza, pero la descubrí en el álbum ‘Àngel’ de Jordi Bonell. Siempre el Sr. Bonell ha sido mi héroe musical, la referencia. La elegancia, el vuelo, la capacidad de convertir en música cualquier música. Esta versión tiene su ascendiente y se la dedico con todo cariño y respeto.
  7. ‘Bye-Ya’, de Thelonious Monk. Cuando tocaba en el trío de Victor de Diego, siempre hacíamos algún tema de Monk en boogaloo. ‘Bye-Ya’ tiene una melodía sorprendente y en boogaloo resulta divertida: es como ir en coche con la ventanilla abierta; es un momento que vives a tope pero ya no eres quién decide. Empecé a pensar en mi hijo mayor, Pau, tan vital; y así la grabé. Si fuera mía se llamaría «Canço del Pau».
  8. ‘El Reloj’, de Roberto Cantoral. El famoso bolero. En casa había un doble disco de Lucho Gatica, era el disco de mamá, el resto de discos eran de clásica de papá o modernos de los niños. Y el bolero preferido de mamá era éste. No lo tomé en serio hasta que un día acompañé a Lucho Gatica en TV3, cantando esta misma canción, después de verlo ensayar en el camerino a solas, una y otra vez. En esta interpretación he jugado a pintar la melodía muy gruesa y reducir el acompañamiento al mínimo imprescindible. No era necesaria la improvisación, solo tocarla pensando en Pilar. Hice dos versiones solo, y las dos me gustan.
  9. ‘Very Early’, de Bill Evans. Este tema está en el primer disco de Bill Evans que tuve, cuando aún no había cumplido 20 años. Llevo toda la vida escuchándolo y con ganas de entenderlo para poder tocarlo. Siempre he tenido facilidad para despistarme y llegar tarde. Desde muy pequeño empecé un proceso interno para ver qué hacer para llegar pronto y no puedo decir que el éxito haya sido del 100%. Ah, el título significa “muy temprano”. Y cuando lo toco, me resuena.
  10. ‘Star Crossed Lovers’, de Duke Ellington. La magistral interpretación de Jonhy Hodges con la orquesta de Ellington me marcó mucho. La he escuchado muchísimas veces. Sobre todo, el glissando del medio de la pieza. Es un instrumental, pero el título evoca a los enamorados que no tienen suerte y el destino no lo pone fácil.

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