ICEpower: el fabricante desconocido que mueve nuestros amplificadores

Módulo ICEPower. Fuente: icepoweraudio.com

En un artículo anterior explicábamos qué eran los amplificadores de clase D. Esta tecnología lleva ya al menos 20 años en uso y es totalmente madura. Podríamos decir que, hoy en día, en la amplificación de bajo, salvo algunos diseños y amplificadores particulares, la etapa de potencia de clase D es la tecnología más habitual a la hora de amplificar un bajo.

Antes de seguir leyendo: esto no es un reportaje, ni una publicidad pagada, ni contenido patrocinado. La compañía de la que vamos a hablar ni siquiera sabe que existe una pequeña página web mantenida por un particular en la que se mencionan sus productos.

Una etapa de potencia de clase D es compleja, y muchos fabricantes de amplificadores han decido montar esta etapa usando módulos de una empresa llamada ICEpower. Esta empresa en 1999 nació de la mano de la conocida compañia de audio de alta fidelidad, Bang & Olufsen. Al encontrar una tesis doctoral sobre amplificación en clase D que les pareció prometedora, fundaron como empresa paralela ICEpower con la intención de implementar las ideas de esta tesis.
Para saber más sobre esta tecnología, en su página web tienen algunos artículos (en inglés) de carácter divulgativo que recomendamos leer.

No vamos a hacer un artículo promocional de la tecnología de amplificación clase D, pero simplemente recordamos algunas de sus ventajas:

  • Mayor eficiencia energética.
  • Menor peso.
  • Sonido con un carácter «plano», respeta el sonido original.
  • Solución probada por múltiples fabricantes desde hace más de 20 años.

También hay desventajas:

  • Tecnología compleja, no es fácilmente reparable. Un fallo en la etapa suele requerir cambiarla por completo.
  • Dependencia de terceros.
  • Lo que puede ser una ventaja, para algunos músicos puede ser algo no deseable: se les achaca un sonido «estéril», «plano», «sin personalidad».

Los fabricantes de amplificadores utilizan etapas fabricadas por un tercero

Desde el punto de vista de un fabricante de amplificadores, poder disponer de un módulo de «etapa de potencia» listo para integrar en nuestro diseño, sabiendo que es fiable, está más que probado y que no va a cambiar el sonido que hemos definido en la etapa del previo es una gran ventaja. En algunos foros especializados como Talkbass, se llega a plantear que, en vez de preguntarse «¿qué fabricantes de amplificadores de bajo utilizan módulos ICEpower?», habría que preguntares «¿qué fabricantes no utilizan ICEpower?», puesto que prácticamente todos los fabricantes modernos los utilizan.

No suele venir reflejado en los manuales de usuario, aunque algunos fabricantes sí lo declaran:

Extracto del manual de usuario de los amplificadores Ampeg Venture

No tenemos muchas fuentes más allá de foros y comentarios de usuarios, pero la lista de fabricantes que usan estos módulos ICEpower tiene nombres muy conocidos:

  • Ampeg
  • Fender
  • Gallien Krueger
  • Aguilar
  • Markbass
  • David Eden
  • Genz-Benz

Esto no quiere decir que todos los modelos de estos fabricantes usen esta tecnología, pero sí que en algún modelo lo pueden haber utilizado.

¿Y entonces porqué no suenan igual todos los amplificadores?

Si tantos fabricantes utilizan las mismas etapas de potencia, ¿porqué cada marca y modelo tienen un sonido diferente?

La etapa de previo es la que va a definir el «carácter» del amplificador. Dado que la etapa de potencia es, por diseño del fabricante, básicamente neutra, esto es muy conveniente para el equipo que diseña el previo. Pueden elegir diferentes bandas de ecualización, curvas predefinidas de respuesta, filtros, efectos como «overdrive»… teniendo la garantía de que cuando se vayan a amplificar, no serán coloreados o alterados por la etapa de potencia.

Respuesta de una etapa ICEpower. Fuente: icepoweraudio.com

En el gráfico anterior (proporcionado por el fabricante) podemos ver que la respuesta del amplificador es plana hasta los 20kHz, empezando a decaer a partir de ese punto (como recordatorio, el espectro que abarca el oído humano va de 20Hz a 20kHz aproximadamente -factores como la edad, sobreexposición… reducen este rango-).

Las etapas de potencia basadas en otras tecnologías, especialmente las más antiguas (válvulas), suelen tener una respuesta no tan plana, con bandas de frecuencia que se atenúan o acentúan, picos de resonancia… esto puede justificar la afirmación que hacen algunas personas como que los amplificadores de clase D «no tienen carácter» o «suenan estériles».

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