Tras este título tan críptico, tratamos de explicar un ritmo que se está popularizando en los últimos años: el swing o suffle basado en cinquillos (u otras subdivisiones). Vamos a ello.
El bajista Adam Neely en su canal de Youtube (¡recomendable!) explica una de sus canciones basadas en este ritmo («Sequence Start»):
Subdivisión del pulso
En la música «occidental», o de tradición u origen europeo la subdivisión del ritmo más habitual siempre ha sido en dos o tres partes, o sus múltiplos. Es un ritmo tan característico que nuestro cerebro lo asimila y reconoce con facilidad.
En este ejemplo acabamos de ver una de las subdivisiones más básicas, en dos partes. Igualmente, se podría dividir en cuatro partes (semicorcheas)
La otra forma de subdividir un pulso a la que estamos acostumbrados es a tres. De hecho, los compases compuestos (6/8, 9/8, 12/8,…) asumen esta subdivisión ternaria.
También puede subdividirse a seis.
El «suffle» o «swing»
El swing es un efecto en el que al interpretar dos notas, la primera es más larga que la segunda. Típicamente, se suele tocar una figura en la que la primera nota vale el doble que la segunda (relación 2:1). Por ejemplo:
En el jazz tradicional, en tempos más rápidos la relación 2:1 entre las dos corcheas cambia al gusto del intérprete, acercándose más a dos corcheas iguales, sin existir una medida exacta.
En las partituras de música con ritmo swing, lo habitual es escribir las corcheas iguales, e indicar al principio la palabra «swing«. Con esta indicación, el músico ya sabe que tiene que tocar la primera corchea más larga que la segunda.
Notación del «swing«
Subdividiendo a cinco
Aunque no estamos acostumbrados, es posible también subdividir el pulso a cinco, veamos un ejemplo:
Si ahora agrupamos las notas de un cinquillo en una nota que ocupe tres subdivisiones y otra que ocupe dos, tendremos dos notas con una duración desigual y una relación 3:2. Escuchemos como suena.
La sensación es similar al swing, con un ritmo «saltarín», pero con algo diferente. Lo difícil es interiorizar esta subdivisión interna en cinco partes, y aprender a agrupar y desagrupar estas cinco notas dentro del pulso. No es una subdivisión a la que estemos acostumbrados y cuesta.
Proponemos un ejercicio para el bajo con una base simple de batería que nos va a ir marcando los quintillos y el swing.
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