Si hay un instrumento que permite a un bajista tener un sonido totalmente personal y su «propia voz», es el bajo fretless. Salvada la dificultad técnica que supone tocar el instrumento «de oído», como hacen los cellistas y contrabajistas, el fretless permite una cantidad de sonidos, matices y aproximaciones muy diferentes.
El sonido «Jaco» = cuerdas roundwound
Quizás el sonido más característico o conocido del fretless sea éste: un sonido con mucha presencia de medios, pocos graves, rico en armónicos. La configuración típica de este sonido es un bajo con cuerdas «roundwound» (entorchado redondo), activando la pastilla del puente y pulsando las cuerdas también cerca del puente.
Es muy habitual usar un bajo con el diapasón de material sintético, o recubierto o protegido con algún material tipo «epoxi» o similar («coated«). Protege el diapasón del desgaste y da un sonido distintivo.
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Algunos bajistas (ej: Tony Franklin) prefieren tener un diapasón de madera muy dura (p.ej: ébano) que también proporciona este sonido con tanta proyección, pero un poco menos brillante.
Combinado con efecto chorus tenemos el sonido clásico de Pino Paladino
Inciso: ¿qué es el sonido «mwah«?
Se escucha mucho este término, «mwah» o «growl» hablando del sonido del fretless. ¿Que significa? Básicamente consiste en un ligero cerdeo de las cuerdas contra el diapasón (más acentuado en el caso de diapasones «coated«) y a menudo, una forma de atacar las notas con un pequeño glissando y/o vibrato.
Fretless «pop»
En los años 80 y 90 este sonido de fretless+efectos de modulación se popularizó en el pop. Sigue teniendo este timbre tipo Jaco, medioso, poco cargado de graves, aunque añade el chorus y a menudo, de la mano de Pino Palladino, octavador.
El siguiente vídeo es un playback que roza un poco la payasada, pero recoge perfectamente este sonido, cercano al de un sintetizador, tocado en un fretless con octavador. De nuevo, Pino Palladino.
Fretless solista
El fretless ofrece unos recursos que permiten aplicar técnicas muy efectivas (arrastrar armónicos, darles vibrato..) Hay algunos bajistas que se han especializado en hacer del bajo fretless un instrumento solista. El más conocido puede que sea Michael Manring con su Zon Hyperbass (fretless con diapasón de tres octavas, afinadores tipo D-tuner tanto en la pala como en el puente…), algunos efectos, y sobre todo, mucha musicalidad.
En el siguiente vídeo, Jeff Schmidt toca un fretless «piccolo«, con cuerdas octavadas hacia arriba.
El fretless que quiere parecerse a un contrabajo
El sonido que hemos escuchado hasta ahora poco tiene de contrabajo, más allá de las posibilidades a la hora de hacer glissandos, vibrato, etc. Pero tímbricamente no se parece mucho.
¿En qué se diferencia el sonido de un contrabajo al de un bajo eléctrico?
Pensemos en cómo está construido un contrabajo y cómo se toca. Tiene unas cuerdas con bastante más tensión que las de un bajo. Al pulsar, solemos hacerlo en una posición bastante alejada del puente, pulsando con todo el dedo y buscando la proyección acústica del sonido. Informalmente, podemos decir que hay que mover aire haciendo que toda esa madera de la tapa vibre.
Ataque y decaimiento de la nota
Aquí encontramos la primera diferencia con el bajo eléctrico: el ataque de la nota y su decaimiento. Gran parte de la energía que le damos a la cuerda rápidamente se disipa al transmitirse a la tapa del instrumento, así que tenemos dos efectos: el ataque de la nota no es tan incisivo como en un bajo eléctrico y al producirse, rápidamente decae en intensidad.
A menudo se ve a bajistas que tratan de imitar este ataque algo más lento y decaimiento poniendo «mutes» (sordinas) en el bajo eléctrico, pero un «mute» también apaga el sostenimiento de la nota, y un contrabajo puede tener mucho sustain, si bien con un timbre diferente al primer ataque.
Contenido armónico
Por su mayor longitud y tensión, estructura interna (las cuerdas de contrabajo suelen tener un núcleo de nylon o similar) y forma de pulsar, en el contrabajo se favorece la presencia de los armónicos más bajos, atenuándose los armónicos agudos rápidamente. Esto nos da un sonido más oscuro, a menudo con la nota fundamental con mucha más presencia que en un bajo eléctrico. Suena, por decirlo de forma coloquial, con más cuerpo.
Inciso: ¿por que los Ubass suenan un poco a contrabajo?
Los micro-bajos a menudo tienen un timbre que recuerda algo al de un contrabajo. Puede parecer extraño que un instrumento tan opuesto en sus características (tamaño, tensión…) acabe sonando con cierta semejanza.
La respuesta viene por lo que acabamos de comentar: el ataque de las notas y su contenido armónico. Las cuerdas de los Ubass suelen ser de algún compuesto similar a goma o plástico, muy gruesas, y tienen una forma de vibrar muy característica, en la que rápidamente decae el ataque y generan muy pocos armónicos altos.
El fretless con flatwounds
Si ponemos en un fretless cuerdas flatwound (cuerdas de entochado liso), tenemos un sonido totalmente diferente, mucho menos brillante y con menos ataque. Muchos bajistas que se inician en el fretless comienzan poniendo este tipo de cuerdas porque las roundwound estropean el diapasón y al poco tiempo se decepcionan con el sonido y el instrumento, porque esperan sonar como el fretless «tipo Pastorius». No pasa nada porque el diapasón se quede marcado con el uso de las roundwound, si ése es el sonido que estamos buscando. El mismo Tony Franklin cuenta como él mismo hace el mantenimiento del diapasón de su bajo cuando tiene muchas marcas.
No es un error encordar el fretless con flatwound, tiene su propio sonido y timbre, pero podría no ser el que estamos buscando.
Cuando empezamos a pulsar en un fretless más cerca del mástil, usamos la pastilla de graves y cuerdas tipo flatwound empezamos a aproximarnos en cierta forma al sonido de un contrabajo: notas con un ataque menos pronunciado y con menos armónicos superiores.
A menudo se utilizan cuerdas revestidas de nylon en los fretless, por su construcción también tienen cierta semejanza con las cuerdas de contrabajo (en las que la capa de nylon es interior).
Fretless (semi)acústicos y con piezoeléctrico
Existen bastantes modelos modelos de bajos fretless que montan pastillas piezoelécticas y a menudo, cuerpo semiacústico (o incluso acústico). Son bajos que buscan recrear el sonido del contrabajo acústico o al menos, alejarse del fretless cantarín de antes.
Las pastillas piezoeléctricas también captan la vibración del cuerpo y la tapa, con lo que tenemos un sonido y una respuesta más similar a la de un instrumento acústico. Si pulsamos las cuerdas de estos instrumentos y hacemos vibrar la caja, la pastilla piezoeléctrica va a captar y reproducir este ataque y decaimiento de las notas.
En estos instrumentos, dependiendo del ajuste, el tipo de cuerdas y forma de tocar, se puede llegar a tener un sonido similar al «fretless Jaco», pero también aproximarse mucho al sonido de un contrabajo.
Marcústico
En nuestra opinión, el culmen de este tipo de bajos, «fretless que suenan a contrabajo» es el modelo «Marcústico» del luthier Joaquín Marco. Si se escucha el audio de este vídeo sin mirar el instrumento, es realmente sorprendente el sonido que saca este bajista al instrumento. Hay contrabajos mal sonorizados en grabaciones antiguas que suenan «menos a contrabajo» que este Marcústico.
Otras opciones más económicas para sonar parecido a un contrabajo
El editor de esta web tiene un Ibanez SRH500F y ha estado probando diferentes cuerdas, ajustes, e incluso IR (impulse response) tratando de conseguir este sonido, lo más cercano que hemos llegado es con cuerdas nylon tapewound (Labella), acción bastante alta y diapasón con bastante curvatura (lo que nos permite pulsar con el dedo entero y que las cuerdas vibren con bastante amplitud sin cerdear) y pasando la señal del bajo por un cargador de IRs con una IR de contrabajo de 3 Sigma Audio (modelo German y/o American), aunque este último paso (usar IRs) es casi lo que menos contribuye al sonido.
Una duda bastante común ¿puede sonar mi Precision o mi Jazz Bass como un contrabajo si uso una IR de contrabajo?
Respuesta rápida: no.
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