Los bajos Ken Smith son unos instrumentos totalmente pensados para el bajista profesional. Son la antítesis al sonido grave y algo pastoso de otros instrumentos. En un Ken Smith todas las notas suenan definidas y separadas. Esta adaptación de una pieza clásica de Bach interpretada por John Patitucci la grabó con su bajo KS en 1992.
Ken Smith estudió contrabajo clásico desde pequeño y cuando empezó a tocar el bajo eléctrico, él mismo se ocupaba del mantenimiento y mejoras de sus instrumentos. En 1979 empezó a construir sus propios instrumentos, destacando uno de los primeros bajos de 6 cuerdas que le encargó Anthony Jackson, que no estaba muy satisfecho con el 6 cuerdas que le había construido Carl Thompson.
Los KS están construidos para durar, con unas maderas seleccionadas y muy bien secadas. Son instrumentos activos, con un timbre muy característico y apreciado en los estudios de grabación, sobresaliendo en la mezcla sin necesidad de un volumen excesivo. Escuchemos de nuevo a Patitucci (¡nos encanta este bajista!) con Chick Corea:
¿Bajos Ken Smith: instrumentos de lujo?
Los bajos KS son instrumentos caros. En el momento de escribir esto, los precios parten de unos 8.000 USD para los modelos de cuatro cuerdas. Son instrumentos para comprar una vez y tenerlos toda una carrera profesional. En este sentido, se asemejan a los instrumentos que utilizan los músicos clásicos, que requieren una gran inversión inicial, pero se mantienen toda una vida profesional.
En los KS no hay muchas maderas exóticas, filigranas ni adornos de diamante o cejillas de hueso de mamut como otros constructores «exclusivos» hacen (sí, estamos hablando de los Ritter y sus extravagancias).
Aclaración: no confundir con los bajos KSD
Hace algunos años, Ken Smith hizo de asesor y diseñador para un distribuidor, Brooklyn Gear. El producto se llamó KSD (Ken Smith Design), pero no tiene nada que ver con los instrumentos construidos por Ken Smith. Son instrumentos fabricados en serie en fábricas de Indonesia y/o China. Pueden tener un control de calidad un poco mejor que otras otras marcas y el propio taller de Ken Smith de vez en cuando parece que revisaba algunos, pero poco más.
El propio Ken Smith aclara la relación con este fabricante en su página web: «The KSD Story»
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