Curso de armonía (XVIII) – Giant Steps (3ª parte: análisis del solo de Coltrane)

Seguimos trabajando sobre el clásico Giant Steps. Vamos a analizar el solo que hace Coltrane porque, sorprendentemente, melódicamente es muy sencillo. Lo que lo hace más interesante es cómo va cambiando de centro tonal y, por supuesto, la velocidad a la que es capaz de tocar.

El saxofón tenor es un instrumento transpositor, concretamente se escribe una segunda mayor por encima del sonido real. Los tres centros tonales de Giant Steps; B, G y Eb; en la partitura de Coltrane serían C#, A y F. No es fácil tocar en C# en el saxofón, es una de las tonalidades más difíciles en el instrumento. La velocidad con la que era capaz de tocar Coltrane en este tema nos da una idea de su capacidad técnica como instrumentista.

Hemos buscado una transcripción del solo de Coltrane por la red, hay muchas disponibles. Vamos a estudiar los primeros ocho compases, el resto queda como ejercicio para el lector.

Primeros compases del solo

Debajo de cada nota hemos reflejado qué relación mantiene con el acorde. El primer compás es una sencilla frase sobre los grados más elementales del acorde que termina resolviendo en BMaj7, también haciendo un motivo sobre la tríada del acorde. Para ir a GMaj7, vuelve hacer un motivo muy básico (1235) sobre su dominante (D7) y recorre luego la tríada de GMaj7. La frase sobre Bb7 es la primera en la que introduce una tensión (9ª del acorde) para volver a hacer un motivo totalmente convencional sobre EbMaj7.

En el compás 5 tenemos una frase muy típica del be-bop clásico, con el salto ascendente 3ª – 9ªmenor del acorde dominante que encontramos en multitud de frases del bop clásico de Parker y Gillespie.

El resto del solo mantiene los mismos recursos melódicos, muy sencillos, casi de principiante: arpegios de tríadas y cuatríadas, patrones sobre las escalas (1235, 765,…)…

Esto pone en valor la genialidad de Coltrane: cómo con estos recursos melódicos tan sencillos y básicos llega a construir un solo tan trepidante y con la típica sensación de espiral de sonido que nunca deja de girar. Por supuesto, su increíble destreza técnica con el instrumento y control del fraseo le permitía hacer esto.

Respecto al resto de instrumentistas del disco, se dice que el pianista Tommy Flannagan estaba un poco perdido (en 02:55 se le puede escuchar un tanto titubeante). El batería,  Art Taylor, sí que parecía tener claro por donde iba Coltrane, de hecho, se le escucha marcar claramente el comienzo de cada sección (por ejemplo, a Flannagan le da la entrada claramente para que entre en su solo).

Respecto al acompañamiento de Paul Chambers, dada la velocidad del tema, se limita igualmente a patrones bastante básicos que aseguran bien los continuos cambios de tonalidad. En la próxima entrega de la serie analizaremos su parte.

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