Comenzamos una serie de artículos dedicada a los efectos más comunes que se aplican al sonido del bajo (y a otros instrumentos, por supuesto). En este artículo nos centraremos en uno de los efectos que peor se entienden: el compresor (y un caso particular: el limitador).
Muchos efectos que usamos suelen cambiar el color o timbre de la señal: distorsión y overdrive, chorus, flanger, octavadores,… El compresor en principio no cambia el color de la señal (es decir, su contenido armónico) [Nota 1], afecta fundamentalmente a la dinámica, esto es, al volumen. Además, es un efecto que depende mucho de la propia pulsación del instrumentista, con lo que es muy difícil transmitir su efecto sin probarlo uno mismo.
Resumiendo mucho -y utilizando términos coloquiales y no técnicos-, un compresor es un efecto que lo que hace es igualar el volumen de lo que vamos tocando, y lo hace reduciendo el volumen de las notas que suenan más fuerte.
Esta primera aproximación puede ser muy útil para evitar distorsiones indeseadas o picos de volumen cuando el pasaje musical no está interpretado con una dinámica regular.
De esta primera explicación cabría deducir entonces que todo lo que pasa por el compresor acaba sonando a menor volumen, pero nos faltan algunos componentes adicionales:
– Antes de procesarse la señal por el compresor, esta se amplifica en cierta medida. Así mismo, una vez que ha pasado por el compresor, también se amplifica.
– El compresor sólo actúa cuando la señal sobrepasa un cierto nivel.
– Se puede regular cuánto se reduce el volumen de la señal pasado este nivel.
Jugando con estos tres parámetros básicos podemos lograr que el pasaje suene, en general, con más volumen y sin picos indeseados, que es una de las utilidades típicas del compresor.
En Hispasonic hay un excelente tutorial (aplicado más bien a la producción musical) sobre el uso del compresor. Los principios y parámetros son siempre los mismos. Algunos compresores permiten manipular todos los parámetros, otros compresores (especialmente los que vienen en formato pedal) tienen algunos parámetros prefijados y no se pueden cambiar. En Ovnilab nos los detallan:
- Input Gain: es la amplificación previa que hacemos a la señal antes de tratarla. Si la señal es muy débil, puede que nunca alcance el umbral para que actúe el compresor y éste nunca actuaría. Si el compresor no presenta este control, hay que procurar que el componente anterior (previo, ecualizador,…) envíe un volumen adecuado.
- Threshold (umbral): determina a partir de qué nivel de señal actúa el compresor. Cuánto más bajo es el umbral, a más bajo volumen empieza a actuar el compresor.
- Ratio: determina cuánto se reduce el volumen cuando el compresor actuá. Por ejemplo, un ratio de 2:1 quiere decir que el volumen que sobrepasa el umbral se reduce a la mitad. Un ratio de 4:1, reduce a una cuarta parte.
Hay que entender que el ratio solo afecta a la parte de la señal «que se pasa» del umbral. Un caso especial es el ratio ∞:1
En este caso, la señal nunca puede sobrepasar el umbral, este ajuste es precisamente el de un limitador. - Attack y Release: regulan respectivamente la rapidez con la que el compresor empieza a actuar y deja de hacer efecto.
- Output Gain (en algunos pedales aparece rotulado como «Level«): determina la amplificación que se hace de la señal una vez que ha pasado por el compresor. Ya que el compresor actúa recortando la intensidad de la señal, esta etapa de amplificación es necesaria porque si no, cualquier señal que pasase por el compresor siembre acabaría sonando con menor intensidad.
Limitador
Como decíamos, un ratio ∞:1 determina que la señal será totalmente limitada en cuanto sobrepase el umbral establecido. El limitador es extremadamente útil en el bajo eléctrico, debido a su amplio rango dinámico y las diversas técnicas que se utilizan. Un «slap» descontrolado puede llegar a ser dañino para los altavoces, con un limitador nos aseguramos que nunca sobrepasaremos el volumen que determinemos.
Un compresor que permita este ajuste (o ratios del orden de 20:1) puede utilizarse efectivamente como un limitador.
Cómo encontrar un buen ajuste de compresión en el bajo
Lo primero que necesitamos determinar es para qué vamos a utilizar el compresor. El uso más habitual es conseguir que no haya notas demasiado fuertes, o conseguir una señal más homogénea dentro del pasaje musical. En el foro «Bajistas On Line» este tema se trató hace poco y una de las aportaciones nos aconsejaba lo siguiente:
1. Partir de la siguiente configuración de controles:
– Umbral (Threshold) al mínimo (se activa sólo con niveles de señal muy altos)
– Ratio: al máximo
– Volumen: setearlo en principio de tal forma que el volumen del instrumento sea aproximadamente el mismo con el pedal encendido o apagado.
-Si el compresor tiene controles de ataque y / o release, dejarlos en una posición intermedia2. Empezar a tocar el bajo (p. ej, notas negras) mientras se sube poco a poco el control de umbral. La presión de la mano derecha sobre las cuerdas debe ser uniforme, y debe ser aproximadamente la misma que vamos a ejercer cuando estemos tocando con la banda.
3. Al principio no habrá compresión alguna, porque el nivel de umbral es demasiado elevado, pero conforme se vaya subiendo este control llegará un punto en que empezaremos a notar claramente el efecto de compresión, porque la señal del bajo empieza a alcanzar el nivel de umbral. El efecto, además, debe ser muy claro, porque hemos configurado el ratio al nivel máximo (función limitador).
4. Este es el «punto dulce» del compresor, el lugar en el que, según el nivel de salida de nuestro bajo y el nivel de ataque de nuestra mano derecha, el compresor comienza a activarse.
5. Ahora se trata de ajustar todo al gusto:
-Threshold: Es el control más importante de todo compresor. Si queremos comprimir todo lo que toquemos, debemos subir todavía un poco más el control de threshold; Si queremos que el compresor actúe sólo en los picos de señal, debemos bajarlo ligeramente; Si queremos que normalmente esté activo, pero que se desactive cuando tocamos un pasaje suave, lo dejamos en el «punto dulce»
-Ratio: Es el segundo control más importante. Si queremos una compresión que apenas se note, 2:1; Una compresión «normal» se sitúa en torno a 5:1; una compresión más bien bestia en torno a 10:1; y en torno a 20:1 el compresor se convierte ya en un limitador a todos los efectos.
-Volumen: Dados los cambios que hemos hecho, habrá que reajustar de nuevo este control para que el volumen del instrumento sea aproximadamente el mismo con el compresor encendido y apagado, tal y como empezamos. OJO: se ven algunas reviews por ahí donde los compresores no están actuando (por tener seteado el umbral demasiado bajo), pero el control de volumen sí, lo que es tomado como que el compresor «suena de la ostia», cuando en realidad, lo único que está haciendo el aparato es aumentar la señal (el compresor está actuando como un simple booster).
-Attack y Release: son los controles más complicados de usar, y además los valores y los rangos de ataque y release de los distintos pedales son muy variables, por lo que no hay reglas fijas. Lo mejor, en un prinicipio es olvidarse un poco de ellos, situando los potes en una posición intermedia. Ya habrá tiempo de experimentar con ellos cuando se domine todo lo anterios. Eso sí, tener en cuenta que se trata, en cierta forma de controles complementarios e interdependientes: si el nivel de release es demasiado alto, se comprimirán también las siguientes notas en pasajes rápidos (afecta al ataque), y si se ajusta un nivel de ataque lento, por ejemplo, no tiene sentido ajustar un release rápido.
Nota 1: algunos compresores sí cambian un poco el timbre de la señal, es un efecto colateral que en ocasiones es intencionado, pero nos ceñiremos al compresor básico en este artículo.
Nota 2: para una información mucho más técnica, con análisis de multitud de compresores, recomendamos la web de Ovnilab.
Buena información. Gracias por compartirla.