
Escuchemos el bajo de esta canción:
Sí, el bajo lo está haciendo el músico de la derecha soplando una vasija (jug en inglés). Existe todo un género, muy popular en Estados Unidos, llamado jug music y las correspondientes jug bands. Es una música de carácter folklórico y rural, en la que las vasijas se utilizan como un instrumento más, haciendo el papel de tubas o trombones. Históricamente ya encontramos esta instrumentación a principios del s. XX, en zonas más bien empobrecidas, en las que los músicos locales utilizan lo que podían encontrar para hacer música. También es típico el uso del contrabalde en estas agrupaciones folclóricas.
En el libro «El verdadero bajo cubano» se menciona también un instrumento llamado «botija», encargado de llevar la línea de bajo, al describir el estilo son tradicional.
Si en vez de soplar sobre el borde se emplea la vasija para amplificar la vibración de los labios, se consigue una sonoridad similar a la de una tuba.
Acústica de la botella soplada
En este artículo de stackexchange.com encontramos la respuesta a las propiedades de una botella o vasija soplada. Al soplar en la botella introducimos variaciones periódicas en la presión del aire que hay dentro de la botella, esta variación se traduce en un sonido. Este fenómeno es la resonancia de Helmholtz, cada cavidad tiene una frecuencia de resonancia típica.

En el anterior artículo nos proponen la siguiente fórmula para calcular esta frecuencia.

Calculemos para una botella de vino de mesa. La boca mide 2cm de diámetro, la longitud del cuello es de 7cm aproximadamente, el volumen es de 1 litro. Si tomamos v, velocidad del aire, como 340m/s, podemos intentar hacer la cuenta, aunque la botella tiene el cuello no muy definido.
El área de la boca de la botella es πr², en m² sería 3.1416·0,01² = 0,00031416 m²
Sustituyendo en la fórmula anterior (volumen: 0,001 m³, longitud: 0,07m y velocidad 340m/s), nos sale este resultado para la frecuencia:
f = (340/6,2832)·raiz(0,00031416/(0,001·0,07)) = 114,63 Hz.
No podemos tomar el valor calculado con mucho rigor, puesto que algunas medidas, como la de la longitud del cuello no son muy precisas, pero más o menos concuerda el valor de la frecuencia calculada con el que hemos medido con el afinador al soplar la botella (B♭, 116Hz)
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