El bajo eléctrico se inventó hace unos 80 años (los primeros bajos de Paul Tutmarc se comercializaron en los años 30 del s. XX).
Desde entonces, el diseño básico es el mismo, se trate de un simple bajo Precision o el más sofisticado instrumento de boutique: un cuerpo de madera (generalmente maciza, aunque también hay bajos semiacústicos), un mástil (a veces fretless), una electrónica basada en una pastilla magnética (a veces piezoeléctrica) y un circuito, a veces pasivo y otras veces activo con más o menos prestaciones.
Sobre este diseño básico no encontramos muchas variaciones en el mercado, pero de vez en cuando surgen instrumentos con ciertas innovaciones que llaman la atención. En esta serie de artículos iremos reseñando algunos. En esta primera entrega vamos a tratar el Gravis Bass Guitar.
Gravis Bass Guitar
El Gravis Bass es un bajo de escala corta construido por Robin Stummvoll (Verso Musical Instruments). Sus instrumentos constan de un mástil convencional y un cuerpo de chapa metálica doblada. La electrónica se ubica en la parte interior y la pastilla no está fijada como es habitual, si no que se fija magnéticamente al cuerpo, pudiendo desplazarse libremente. El puente es flotante, al estilo de las guitarras archtop de jazz.
Es curioso escuchar como el instrumento, careciendo totalmente de un cuerpo de madera, acaba sonando muy parecido a un bajo eléctrico convencional.
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