Continuamos con esta serie dedicada a la ecualización. En la primera parte explicamos algunos tipos de ecualizador. Tambien hay una tercera parte que concluye la serie.
Ecualizadores paramétricos
Un ecualizador paramétrico consta de tres controles básicos: uno para seleccionar la frecuencia sobre la que actuamos, otro para introducir el realce o atenuación y uno más para seleccionar el ancho de la banda de actuación o factor Q.
Un ecualizador paramétrico permite hacer ajustes muy precisos en la ecualización, y se usan a menudo para corregir frecuencias no deseadas (una resonancia exagerada en un instrumento, algún ruido al pronunciar alguna consonante…)
Este tipo de ecualizadores ya no es tan común encontrarlos en formato pedal, es un tipo de ecualizador más orientado a la mezcla y producción.
Filtros pasa-altos y pasa-bajos
Este tipo de ecualización consiste en establecer un punto de frecuencia a partir del cual se atenúan drásticamente las frecuencias que lo sobrepasen.
En un filtro pasa-bajos (low-pass filter) solo se permiten las frecuencias por debajo del punto de corte, siendo este punto de corte, variable. Los bajistas conocemos muy bien este tipo de ecualización: el modesto control de tono de un bajo pasivo es un filtro pasa-bajos. Cuanto más cerramos el tono, más bajamos la frecuencia a la que actúa el filtro y más agudos filtramos.
Por el contrario, un filtro pasa-altos (high-pass filter) solo deja pasar las frecuencias por encima de un punto de corte concreto. Según vamos aumentando la frecuencia de corte, más graves quitamos del sonido.
En el siguiente vídeo hemos tomado una señal de ruido rosa (es un ruido en el cual todas las frecuencias están presentes) y empezamos a jugar con un ecualizador paramétrico. El efecto es claramente audible y el analizador de espectro lo refleja.
Este tipo de filtros puede ser extremadamente útil en nuestro instrumento, el bajo. Activar un filtro pasa-altos en nuestro equipo puede ayudar a limpiar la señal de frecuencias extremadamente graves y hacer que el amplificador y el altavoz sean más eficientes sin perder sensación sonora del registro grave del instrumento. En grabaciones y sonorización en directo es muy habitual el uso de este filtro pasa-alto.
¿Cómo se debe ecualizar un bajo?
No existe una receta ni una forma de ecualizar el bajo. Cada instrumento, cada equipo y cada situación musical tienen unos requerimientos diferentes. Vamos a dar proporcionar solo algunas ideas.
- La ecualización buena para un ambiente lo más probable es que no valga para otro. Por ejemplo, en nuestro estudio diario, con un amplificador pequeño o con auriculares ecualizaremos de una forma diferente a cuando estemos en el local de ensayo. No es lo mismo tampoco ecualizar para tocar en una sala pequeña con mucha reberveración que en un espacio abierto.
Cada situación va a tener unos requerimientos diferentes. - La ecualización debe buscar que el sonido del conjunto sea equilibrado, no que se escuche nuestro bajo. Los ajustes que ponemos en nuestra casa para tocar con un backing track deben ser diferentes que los que usemos cuando tocamos con la banda al completo.
- Las frecuencias muy graves son un problema. Degradan el rendimiento de los amplificadores y altavoces y «ensucian» el sonido. Las frecuencias que dan presencia y definen lo que estamos tocando en el bajo son las frecuencias medias-bajas. Cuando tocamos un E grave en nuestro bajo (E1), la frecuencia más presente corresponde al primer armónico, alrededor de 82Hz, no a la fundamental sobre los 41Hz. Es este primer armónico el que define la nota que estamos tocando y el que nuestro oído escucha. En bajos de 5 o 6 cuerdas, que pueden bajar hasta un B0, con una fundamental sobre 31Hz que en la práctica, es casi inaudible: ni los altavoces la reproducen bien ni nuestros oídos la captan bien.
En el siguiente vídeo de Hispasonic explican muy bien las frecuencias y cómo se ecualizan:
En la tercera parte haremos una valoración final de los ecualizadores gráficos.
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